El Cusco muere con cada niño con anemia y muere porque su futuro muere. Cusco muere con cada político corrupto, que impide que los recursos lleguen a los niños, y muere también con cada plan contra la anemia mal ejecutado, que impide que los niños tengan el futuro que merecen.
Las madres cusqueñas nos ponen en la obligación de hablar de la realidad de la anemia, que no solo es un problema de nutrición sino también político.
“El Wayki” accedió al relato de una madre cusqueña, que sufre con la anemia de sus hijos:
¿Funcionan los planes para combatir la anemia? ¿Afecta la corrupción?
Hoy, de cada dos niños, uno sufre anemia infantil, lo que como madres nos preocupa demasiado. No hay plan que funcione para bajar la anemia. O los políticos se llevan los recursos para la casa o simplemente los planes quedan en ofertón. Los niños podrían comer y perder los nutrientes en la diarrea. Simplemente no ven nuestras necesidades.
¿Podemos encontrar una solución?
Claro que se puede. Pero tenemos que hacer las cosas distinto. Dejar de lado los ofertones, tenemos que trabajar poco a poco, es a largo plazo. Debemos cambiar los programas contra la anemia que no funcionan y velar porque los políticos no nos roben el futuro que son nuestros hijos, que son quienes sufren. Los problemas del Perú hoy son invisibles para la mala política y quienes pagan son nuestros niños.