El Gobierno ha decidido prorrogar el estado de emergencia en siete distritos de Lima, Cusco, Áncash, Ayacucho y Ucayali debido a las intensas lluvias. La medida, anunciada por el primer ministro, entrará en vigencia el 4 de junio por 30 días calendario.
Esta prórroga busca continuar con acciones de respuesta y rehabilitación ante los daños ocasionados por las precipitaciones. Las autoridades regionales, en coordinación con Indeci y diversos ministerios, estarán a cargo de implementar las medidas necesarias.
Además, se ha prorrogado por 60 días el estado de emergencia en el Corredor Vial Sur, que abarca territorios de Apurímac, Cusco y Ayacucho. Durante este tiempo, la Policía Nacional mantendrá el control del orden interno, con apoyo de las Fuerzas Armadas.
Estas decisiones reflejan la gravedad de la situación climática en diversas regiones del país y la necesidad de acciones coordinadas para mitigar sus efectos.
Pero sobre todo evidencian la incapacidad crónica del Estado para anticipar problemas que se repiten cada año. Las lluvias no son sorpresa, son un fenómeno cíclico que requiere preparación, no improvisación constante.
Es momento de una renovación total que priorice la prevención sobre la reacción tardía y costosa.