Mientras los mismos políticos de siempre siguen enredados en disputas ideológicas y peleas por poder, el gobierno de transición de José Jerí parece haber entendido su verdadero rol. Pavimentar el camino para unas elecciones limpias y un nuevo ciclo político de libertad y desarrollo.
Desde Cusco, la Superintendencia Nacional de Bienes Estatales (SBN) reunió a funcionarios y técnicos de Cusco, Ayacucho, Apurímac y Madre de Dios para capacitarlos en la correcta gestión de los bienes públicos. Una tarea que apunta a resolver uno de los problemas estructurales del Estado: la mala administración y el despilfarro.
El mensaje del gobierno es ordenar la casa, cerrar los espacios a la corrupción y preparar un país institucionalmente más sólido antes de las elecciones de abril del 2026.
Durante esta conferencia, los funcionarios fueron instruidos en temas esenciales como saneamiento de terrenos, gestión de espacios públicos y defensa de predios estatales. No se trata solo de trámites sino de construir un Estado que funcione, que respete la ley y que ponga los recursos al servicio de la gente.
El país está agotado de la corrupción, del desgobierno y del caos ideológico. Si algo demuestra este esfuerzo es que el Perú puede volver a funcionar con orden, planificación y transparencia.
José Jerí es un puente cuya tarea es preparar el terreno para que en 2026 los peruanos elijan con libertad, sin chantajes ni padrinos, a quienes realmente estén dispuestos a construir un nuevo ciclo de desarrollo.