HomeEconomíaLa informalidad preocupa...

La informalidad preocupa al Cusco

Las cifras señalan que la informalidad laboral en el Perú bordea el 80%. Casi 10 millones de personas. Y por supuesto que hay razones. Le tememos a la formalidad. Y le tememos porque el Estado se ha convertido en un enemigo nuestro y preferimos seguir siéndole invisibles.

Todos los Gobiernos ofrecen disminuir la cifra, cosa que del ofertón no pasa, pues la cifra solo sigue en aumento. La carga de impuestos hace imposible que los comerciantes y emprendedores puedan comprar y vender sus productos a precios accesibles para sus clientes.

Por otro lado, los comerciantes cusqueños no pretenden la alcanzar la formalidad, no porque esta sea mala, sino porque el Estado se ha transformado en un verdadero cobrador de coimas. Por supuesto que decimos que sí a la formalidad, pero no en estas condiciones, no para financiar a corruptos y coimeros. El estado ve a los pequeños comerciantes como a una fruta a la cual puede sacarle jugo, no como una semilla que puede dar nuevos árboles, generando miles de empleos.

Desde hace 25 años los gobiernos y congresos se dedican a repartirse cupos de poder y crear trabajo para sus amigotes y militantes de sus partidos y no por los millones de peruanos informales, que son el verdadero motor de la economía y la generación de empleo.

Toda la clase política debe entender que el Estado no está para perseguir, sino para promover, apoyar, acompañar y crear oportunidades de trabajo. El crecimiento va de la mano de los emprendedores, no del Estado, que hoy no es más que un peaje, un cobrador de coimas.