Esta semana, las Fuerzas Armadas y la Policía dieron un golpe fuerte al narcotráfico en el VRAEM. Más de 14 toneladas de insumos y derivados de cocaína fueron decomisados en Cusco y Ayacucho. Se desmantelaron laboratorios, puntos de acopio, se incautó químicos y clorhidrato de cocaína listo para exportación.
La operación fue exitosa. Pero no es la primera y no será la última.
Porque la droga no nace sola. Llena el vacío donde el Estado no está. Donde no hay salud, educación ni oportunidades y desarrollo, hay crimen organizado. Donde no llega la presencia del gobierno, llegan los emisarios del narcotráfico, los asesinos, criminales y las bandas delictuales. La falta de presencia del Estado, es el caldo de cultivo ideal para el crimen organizado y la muerte.
Está bien que se enfrente al narcotráfico, pero eso no basta. La gente también necesita colegios, farmacias, caminos, libertad para emprender, comisarías, postas médicas y un Estado presente, no que solo pase por ahí. Porque cuando las Fuerzas del Orden se van, el crimen vuelve a gobernar.
Por todo esto, si de verdad queremos sacar al Perú de la corrupción, el crimen y el abandono, depende de nosotros. En el 2026, los peruanos tenemos la chance de decidir y poner al país en el camino que se merece.